Mantenimiento del Calzado
07.07.2014 17:51
Mantenimiento del Calzado
Cuando nos dan un calzado de protección es común pensar que no requiere cuidados, y es todo lo contrario, debemos de cuidarlo y mantenerlo en óptimas condiciones cada día ya que el calzado de protección está diseñado para salvarnos la vida ante una descarga eléctrica, un objeto en caída libre, un elemento punzocortante, en fin, una serie de riesgos, no cuidarlo manteniéndolo limpio, y en buen estado es tan riesgoso como creer que un coche que nos venden con frenos ya después no se les tiene que estar dando mantenimiento y obviamente eso es equivocado el riesgo de no mantener los frenos con un mantenimiento adecuado todos sabemos que es jugar con nuestra propia vida, lo mismo se aplica para el mantenimiento del calzado de protección por simple que parezca.
Sigue estos sencillos consejos y tus pasos estarán seguros:
Limpia la Suela.
La suela es un material que normalmente está expuesta a una serie de sustancias que afectan química y físicamente el calzado y por lo general en el Calzado de Protección no tenemos la costumbre de limpiar nuestra suela, como si lo hacemos con le resto de zapatos que usamos en nuestra vida cotidiana. Limpia la suela frotándola en un tapete o sacude un pie contra otro pie cara a cara las suelas para retirar tierra, lodo y piedras en exceso. Esta operación realízala al final de cada día e inclusive iniciaras la jornada siguiente en mejores condiciones de trabajo.
Limpia la Piel.
La piel de un Calzado de Protección necesita los mismos cuidados que tu calzado casual o de uso común, es decir, necesita que mantengas la piel limpia, libre de polvo, excesos de materiales como grasas, aceites, mezclas de todo tipo, agua, y deshechos de la propia actividad laboral. Por lo tanto con un trapo húmedo, “no mojado” solo húmedo limpia la piel de tu calzado de los excesos de polvo y otros materiales, de preferencia esta operación realizala de manera diaria al terminar tu jornada o actividad laboral, y una vez a la semana aparte de limpiar con trapo quita las agujetas ya que entre ellas se acumula mucha suciedad que afecta al calzado, ojillo y la propia agujeta.
Humecta la Piel.
La piel de un calzado también necesita humectación esta se le aplica con las famosas “grasas” para volear, las cuales tienen humectantes especiales que permiten que las fibras de la piel no se corten ni quiebren o se “agrieten”, no uses aplicadores para lustrar el calzado de secado rápido, estos lustradores están elaborados de sustancias químicas que dañan mucho la fibra de la piel y seguramente abras notado que los zapatos de la “escuela de los niños” están brillosos pero todos agrietados y esto se debe que los lustradores son productos muy agresivos e inclusive tóxicos. Si no quieres comprar una grasa de zapatos del color de tu calzado puedes usar aceite para piel de niños de la marca que gustes en su lugar para engrasar levemente tu calzado.
Lava las Plantillas de Confort.
Es muy común que uses talco para tu calzado, el talco es un material altamente alcalino, es decir obviamente tiende a secar u absorver la humedad, pero si no se sacude la pantilla diariamente del exceso de talco rápidamente en una semana tendras acumulada una capa pastosa que no solo generara incomodidad, grumos tipo piedritas, sino que también va perforando y deteriorando tanto la tela como la eva (material de acojinamiento) que tiene la plantilla. Si la lavamos minimo una vez a la semana en el lavamanos el secado tan solo tarda 15 minutos y evitaremos también micosis, hongos por falta de higiene.
Lava las Agujetas.
Parece tonto decir que laves las agujetas, pero una zona de mayor acumulación de mugre, hongos, y materiales en descomposición son las agujetas y eso es porque casi nunca las retiramos para sacudirlas y/o lavarlas. Una agujeta sucia además tiende a romperse rápidamente porque las fibras textiles se pudren en su interior o bien se hacen tan tiesas que también se quiebran. Si no mantenemos en buen estado las agujetas en caso de un siniestro va a ser difícil retirar el calzado con rapidez. Recuerda que el calzado con agujeta fue diseñado para salvaguardar tu vida en caso de incidentes de evacuación, por lo tanto es tan malo amarrarse demasiado apretadas las agujetas porque cortas la circulación o bien haces difícil el desatado como dejar las agujetas sueltas o demasiado flojas en cuyo caso corres el riesgo de quedar sin calzado en una evacuación.
NO abuses del Calzado de Protección.
En la mayoría de los casos el calzado cuenta con una protección en la puntera de acero o poliamida, el famoso “casco”, por lo que es muy común que empecemos a golpear, patear y mover cajas, tarimas, cajones, barriles, etc., con los pies, obviamente esta protección permite que no suframos machucones, pisotones o lesiones en los dedos del pie, pero una actividad realizada de esta manera al final nos está generando estos los impactos los reciban los tobillos. No existe un material ultra resistente que “no le pase” nada cuando golpeamos con el “casco” los objetos, por lo que es común observar grietas, rajaduras o descarapelados en la piel, sigue los pasos de mantenimiento de la piel y observaras que se reduce el desgaste excesivo en esta zona de tu calzado.
